La comunicación en entornos digitales es sustancialmente diferente a la tradicional, si logramos pensar la comunicación desde las diferentes herramientas, canales y formatos digitales, aumenta la posibilidad de entregar el mensaje que queremos y no el que la audiencia entiende.
¿Qué es la cibercultura?
La cultura digital o cibercultura es elemental para sobreponerse a las adversidades, nos permite fortalecer esas capacidades de reinvención y resiliencia de la que tanto hablan, pero nadie te dice cómo hacerla, la cibercultura va más allá del software o hardware de última generación, se refleja en cómo adoptamos la tecnología para comunicarnos y mejorar la vida de las personas, desde una charla con los amigos, pasando por reuniones de trabajo, una clase virtual, o incluso, la automatización de un proceso repetitivo que puede hacer mejor y más rápido un robot, que una persona.
En el ambiente empresarial la cibercultura se evidencia en la forma cómo afrontamos las diferentes relaciones con los clientes y leads, proveedores, aliados o incluso el mismo equipo de trabajo, si bien tenemos la opción de lo tradicional, también podemos valernos de los medios digitales para optimizar todo el proceso comunicativo y sus resultados.
En el ambiente digital no funcionan las clases magistrales o las reuniones extensas donde no hay conversación ni se genera ningún tipo de feedback.
En los espacios digitales es más importante escuchar para luego poder formar un mensaje corto, claro y conciso que cause más impacto, además, debemos promover la participación de todos, sus aportes nos van a servir para mejorar la idea planteada, al promover ‘dar el primer paso’ se fortalecer el liderazgo al tiempo que genera seguridad sicológica en nuestro interlocutor.
Ya sabemos que la cibercultura es una forma de pensar y actuar, nos permite optimizar muchos aspectos de la vida pero también puede ser un problema si no se implementa adecuadamente, por ejemplo, no es difícil enterarse que una profesora de kinder le envió masivas cantidades de tareas y guías a sus estudiantes, esto demuestra una falta de preparación para estos nuevos escenarios, ni las extensas reuniones ni las tareas interminables van a suplir el tiempo social de calidad que la gente busca.
Cibercultura y comunicación
La forma correcta de comunicar en medios digitales es generando esquemas colaborativos en la nube, donde todos participen y le permitan a los “jefes” líderes que agreguen valor a su equipo al tiempo que va controlando el porcentaje de cumplimiento de los objetivos e indicadores de gestión, no el tiempo de calentar puesto.
En la oficina es importante tener y promover las habilidades digitales dentro del equipo de trabajo, esto nos permitirá adaptarnos a nuevos escenarios de forma más ágil, la desventaja sería no tener un equipo que domine estas herramientas, aunque siempre se pueden aprender a usar.
e–learning
No sirve transferir los contenidos tradicionales a la educación virtual, lo que se debe hacer es iniciar desde cero con la formación de un currículo pensado para digital con una plataforma de e–learning creada especialmente para eso, y la creación del contenido para los mismos medios digitales.
Imaginen cómo se desarrolla una clase magistral de 4 horas por videollamada donde el público puede perder la atención muy fácilmente a diferencia de una donde haya una constante interacción entre los participantes ya sea por medio de los medios de comunicación (conversación, chat, e-mail…) o el mismo contenido.
Dentro de la educación virtual ya se sabe que los estudiantes pierden la atención a la video clase en cerca de 10 o 20 minutos por lo que es trascendental que la comunicación sea corta, concreta, asertiva, enfocada, resumida y efectiva.
Ya hemos hablado un poco de la formación digital, pero no hemos hablado de los retos que tiene, es obvio que hay carreras que no se pueden estudiar por la Internet, tal vez en un futuro cercano los estudiantes de medicina puedan acceder a un sistema de realidad virtual desde sus casa en el que simulen toda la experiencia de estar en un hospital atendiendo pacientes o en las salas de cirugía, pero hasta ahora es imposible hacer algo así de forma masiva, lo que sí se puede, es enseñar habilidades como el diseño, la comunicación y otras en las que el estudiante pueda poner en práctica sus aprendizajes desde casa.
Por otro lado, la educación en línea es una experiencia asíncrona, por lo que no debemos suponer que todos los alumnos van al mismo ritmo, así que no es una mala idea crear grupos de estudio donde los más adelantados puedan hacer una especie de mentoría a quienes se les dificulta un poco determinado tema.
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